Reformas de casas y oficinas para salvar estudios de arquitectura

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Madrid - España, 10/11/2009 | Muchos pequeños encargos y una estructura adecuada para gestionarlos. Ésta es una de las claves para mantener a flote los pequeños estudios de arquitectura mientras duran los efectos de la crisis. Según los expertos, las reformas de viviendas y oficinas es un nicho que puede rentabilizarse.

Aceptaría su estudio reformar una cocina? ¿Llevaría a cabo la adaptación de un local comercial? La mayoría de los arquitectos contestarían que aceptar propuestas como éstas no resulta rentable. Y en cierto sentido, tienen razón. No resulta rentable si el grueso de proyectos de la firma lo constituyen los grandes o los medios encargos, pero no ocurre lo mismo cuando se convierte en su actividad principal. "La causa de la baja rentabilidad de estos proyectos no es intrínseca, sino que procede de la inadecuación del agente. No se invita a Dragados a reformar un aseo", señala Gonzalo García, socio director de Soft, una empresa de software de arquitectura, y de Arqueting, consultora del sector.

Desde Arqueting se defiende que los microencargos pueden convertirse en la tabla de salvación de muchos estudios de arquitectura en un momento en que se están produciendo cierres en el sector. "Son encargos muchos más abundantes que los grandes proyectos, especialmente en periodos como éste, de baja actividad inmobiliaria. Al requerir cada uno pocas horas de trabajo, el estudio puede contratar muchos al año", señala García. Como consecuencia de ello, el arquitecto puede lograr ventajas propias de los mercados de operaciones no concentradas: menores costes de venta, flujo de encargos más constante, poca dependencia de cada encargo, menos competencia y un margen más protegido.

Perfil alto

"Obviamente no son proyectos que hagan ganar mucho dinero, pero pueden servir para mantenerse en un momento en el que muchos no han tenido más remedio que cerrar", explica el socio director de Arqueting, quien recuerda que la revista Architecture publicó hace unos años un artículo sobre la labor de los arquitectos estadounidenses en proyectos pequeños.

El perfil de cliente que solicita microencargos tiene un nivel socioeconómico alto. "Es el tipo de cliente que no se conforma con una chapuza y al no le importa pagar a un arquitecto". Otra de las ventajas es la reducción de la responsabilidad civil del profesional, con el consiguiente ahorro de los costes del seguro y de las posibles reclamaciones.

Pese a lo que pudiera parecer a primera vista, se trata de encargos con una gran carga creativa, ya que el tiempo dedicado a gestiones administrativas, verificaciones del cumplimiento de la normativa y reuniones es menor. En cuanto a la estructura adecuada para gestionarlos, la guía a seguir es la Navaja de Ockham: mejor un plano y un presupuesto de tres folios, que mucho papel y poca dirección.

El perfil ideal
  • El arquitecto que quiera dedicarse a microproyectos debe tener dotes de empresario
  • También es necesario ser pragmático y disfrutar "manchándose las manos".
  • Otra cualidad importante es saber comprender al cliente y sus deseos.
Cuando lo singular se convierte en un éxito

"Lo que ABC Arquitectos hace es algo muy singular y que requiere mucha especialización. Para que sea rentable tienes que dedicarte en exclusiva, porque hay que manejar mucho volumen". Benjamín Calleja, del estudio ABC Arquitectos, no tuvo que recurrir a pequeños proyectos como forma de sobrevivir a una crisis. La decisión del estudio de dedicarse a este tipo de propuestas fue una elección meditada, un posicionamiento elegido, y puesto en práctica antes de la crisis que ha sacudido al sector. "Nosotros éramos un estudio de arquitectura normal. Hacíamos proyectos grandes, pero lo cierto es que los plazos que tienes que esperar en este tipo de encargos no nos motivaban. Es un sector en el que pasa demasiado tiempo entre el momento en que aceptas un proyecto y lo ejecutas. Los pequeños proyectos son mucho más ágiles, con plazos de ejecución más cortos". La decisión de ABC Arquitectos de buscar un nicho propio en este tipo de actuaciones se ha saldado en positivo. El estudio empezó con ocho arquitectos, hoy tiene 40.

¿Qué perfil de cliente tiene su estudio? Según explica Calleja, se trata de grandes multinacionales. "Hacemos muchos pequeños proyectos para grandes clientes. El nuestro es un posicionamiento muy exclusivo y muy singular", resume. Apostar por los microproyectos no fue una decisión fácil, aunque el tiempo les ha dado la razón. "En los últimos años hemos sido los patitos feos, mientras que ahora, todos los estudios que están sin trabajo miran este modelo", comenta. Su estudio, que realiza unos 200 proyectos al año de construcción y reforma, no se limita al mercado español. "Nosotros hacemos proyectos desde Jordania hasta Canadá. En realidad, nuestros competidores, más que otros arquitectos, son los ingenieros".

Vía: Cinco Días

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